¿Mi nombre? ¿Qué tanto dice de mí?

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El Naming es una parte del Branding que no se había expuesto tanto, como en estos 2 últimos años (o al menos así lo he notado personalmente). Es un tema que sí se ha puesto sobre la mesa con anterioridad desde hace muchísimo tiempo, pero solo estaba ahí. No se le daba la importancia o relevancia que en verdad se merece. Con la creación del primer estudio enfocado totalmente al Naming en México, mi pensamiento cobra más fuerza.
Naming viene de vocablo inglés name (nombre) y se dice que puede ser el conjunto de técnicas y estrategias que se desarrollan en marketing para la creación del nombre de una marca. También se dice que es el primer paso para dar significado a una marca, un buen nombre dice mucho de ésta, la hace más atractiva y, sobre todo, más reconocible.
Lo que yo creo, es que sí es importante para dar algún significado a la marca, aunque en primera instancia las personas/clientes/usuarios no sepan de él y esto es muy común en marcas que apenas se acaban de crear. Un buen nombre sí puede hacer más atractiva y reconocible a una marca, ¿pero qué tanto puede decir de ella?
En mi andar por el camino del Naming (2 años y medio para ser exacto), me he topado con algunos proyectos de clientes, que llegan a la agencia requiriendo un nombre para sus negocios o emprendimientos. En la junta que se hace al inicio para conocer al cliente y conocer el negocio para el cual se va a crear el nombre, suelen pasar dos cosas:
- El cliente no tiene una idea de nombre para su proyecto.
- El cliente sí tiene una idea de nombre para su proyecto.
Cuando no se tiene una idea de nombre para la marca, por lo regular es más sencillo de guiar al cliente en el proceso y las propuestas que se crean, no están limitadas a conjeturas o ideas. Muchas veces, al crear un negocio, los clientes lo ven como una extensión de ellos mismos y no tiene nada de malo, solo es más complicado trabajar con ideas nuevas que no se identifican con la personalidad del cliente.
Cuando sí tiene idea, siempre busca un nombre que haga referencia a todos los productos o servicios que vende en su negocio, y déjenme decirles que es casi imposible poner todos los servicios y productos que se comercializan en una sola palabra. Y solo digo “casi” porque a mí no me ha tocado verlo.
También pasa el caso del cliente que quiere un nombre súper memorable como Google o Apple y aquí es cuando preguntamos: si esas marcas no tuvieran la trayectoria y brandeo que tienen ahora, ¿sus nombres te parecerían buenos? ¿Entenderías de qué se tratan sus servicios o sus valores al escuchar sus nombres?
Llegados a este punto, me gustaría decir que la función más importante del Naming es la de crear un identificador para la marca. Una o dos palabras que identifiquen a una empresa o institución de todas las demás. Puede ser con todas o algunas de las cualidades que menciono arriba, sin embargo, lo que el nombre va a decir de la marca, el significado que va a tener o el posicionamiento que generará, será el resultado de todo el conjunto de esfuerzos que se hagan en el Branding, en la logística, en la organización de la empresa, etc.
El nombre va a ser eso que las personas asociarán, a todo lo bueno que como marca se hace o vas a hacer y no es instantáneo, conlleva su tiempo. El Naming es solo una parte del rompecabezas.
Porta Creative